La zeolita (clinoptilolita) es una roca natural con magníficas propiedades físicas, gracias a su estructura cristalina excepcional. Tiene multitud de aplicaciones en la agricultura e industria, y se utiliza como material filtrante para las piscinas. Es el mejor material a día de hoy para filtros convencionales de depuradoras (los filtros especiales de diatomeas son los que más poder de filtración tienen, pero hay que cambiar el filtro entero, y su mantenimiento es más complicado).
Comparado con la arena y el vidrio no solo filtra partículas más finas, sino que además por sus características químicas ayuda a absorber las cloraminas y otras sustancias nocivas.
Las ventajas de utilizar zeolita son:
- Triple acción (macrofiltración, microfiltración, intercambio iónico)
- Gracias a sus bordes afilados, puede retener partículas más pequeñas de hasta 2–3 micrones, en comparación con la arena que solo captura partículas de más de 15 micrones
- Retención física más eficaz de las impurezas por las partículas de zeolita en comparación con la arena que es más pesada y puede bloquear el filtro
- Lavado del filtro menos frecuente, que significa ahorro de energía y el agua necesarias de enjuague (de hasta 30 %)
- Superficie extremadamente grande del mineral para la absorción de los elementos contaminantes (100 kg de zeolita dispone de una superficie exterior de más de 3 millones de m2 y una superficie interior de 60 millones de m2)
- Absorción de sustancias nocivas como amoniaco y fosfatos (1 kg de zeolita tiene la capacidad de retener hasta 23 g de iones NH4+)
- Cloración más eficaz gracias a la eliminación del amoniaco, con el volumen de cloro necesario para el tratamiento del agua reducido de hasta 35 %
- El material es renovable – para mantener esta propiedad es necesario regenerar el relleno del filtro con 10 % solución de sal (1 kg de NaCl con 10 l de agua). El relleno debe quedarse en la solución durante 2 horas como mínimo. Después hay que lavar el filtro como siempre, enjuagarlo y se puede usar otra vez para limpiar y tratar el agua en la piscina
- Gracias a sus bordes afilados, puede retener partículas más pequeñas de hasta 2–3 micrones, en comparación con la arena que solo captura partículas de más de 15 micrones
Es importante tener en cuenta que se deben comprar los dos calibres que suministramos: el primer 20% del filtro se llena con un calibre más grueso (en nuestro caso, zeolitas de 1 - 3 mm), porque si ponemos uno muy fino, estas partículas se pueden incrustar en las "crepinas" (las ranuras finas del fondo del filtro) y llegar a obstruirlas. Por eso las crepinas se llenan con partículas más gruesas, y encima se rellena de zeolitas con el material más fino (el de 0,5 - 1 mm).
Comentar de nuevo que hay que hacer un par de lavados del filtro de 2 minutos al poner las zeolitas la primera vez, para que salga por el desagüe el polvo fino que tienen las zeolitas. Si no se hace este procedimiento se pondrá algo turbia el agua (en ese caso es fácil eliminar la turbidez utilizando un floculante "clarificante", que son más eficaces y limpios que los floculantes clásicos).
Recuerda que al igual que todos los materiales filtrantes, se deben cambiar cada cierto tiempo. Unas cifras aconsejables son:
- Diatomeas: todos los años
- Sílice (arena de filtración): cada 5-7 años
- Zeolitas: cada 7-9 años
- Vidrio reciclado: cada 10-12 años