La Alcalinidad, y cómo controlarla

La alcalinidad del agua se define como su capacidad para neutralizar ácidos, y viene dada por el contenido de carbonatos, bicarbonatos e hidróxidos. En términos prácticos se mide como los mg/litro de carbonato de calcio (CaCO3) que hay disuelto en el agua (o ppm, partes por millón, que es como se suelen expresar todas las mediciones en la química de las piscinas).

La alcalinidad suele ser una gran desconocida, porque casi siempre se habla de pH y de cloro, y parece que con eso es suficiente. Eso sería así, si no fuera porque la alcalinidad influye grandemente en la estabilidad del pH. Un valor adecuado de la alcalinidad, entre 80 y 120 ppm, permite neutralizar bien los ácidos y que el pH sea menos sensible a variaciones en la química del agua. Es el conocido efecto tampón o buffer.

Y al contrario, una alcalinidad baja hace que el pH sea poco estable, ya no se encuentra protegido y puede «pegar bandazos» de un lado a otro, afectando a la efectividad del cloro/bromo, y por tanto al poder de desinfección-oxidación.

Si se utilizan desinfectantes ácidos, como el tricloro o el bromo, la alcalinidad es bueno que esté en el tramo alto, e incluso entre 120 y 140 ppm. Recuerda que es desaconsejable utilizar tricoloro por el efecto que tiene al agregar ácido isocianúrico a la piscina, de manera continuada.

Y si utilizas clorador salino, es bueno incluso tener la alcalinidad entre 60 y 80 ppm (un poco por debajo de lo recomendado), ya que cuanto más baja es la alcalinidad, menos desgasificación de CO2 habrá, y así se ayuda a no incrementar el pH (el clorador produce una pequeña desgasificación de CO2 en su funcionamiento).

Por tanto, es tan importante vigilar el nivel de alcalinidad como el del pH y el del desinfectante. La buena noticia es que el nivel de alcalinidad es más estable que el del pH y el cloro-bromo, y por lo tanto podemos relajarnos más y medirlo solo un par de veces al mes.

La alcalinidad se ve afectada por la correcciones del pH, hacia arriba o hacia abajo (lo más habitual). Cuando se quiera corregir uno u otro hay que tomarlo como una tarea conjunta, ya que están interrelacionados. Pero la alcalinidad fluctúa mucho menos que el pH, por eso se revisa cada más tiempo.

Para ello necesitarás un test de alcalinidad, y mejor que sea de gotas en vez de tiras, ya que son mucho más precisos. Si no tienes forma de conseguir uno, como siempre te recomendamos los de Taylor, que son de lo mejor en tests para el agua. Hay uno de alcalinidad, pero viene mucho más a cuenta comprar el kit K-1005 que tiene de todo, es nuestro preferido, el que siempre tenemos a mano (no es barato, pero merece la pena).

A continuación os vamos a contar cómo corregir la alcalinidad. Recordad que siempre el ciclo de corrección es: 1º Alcalinidad -> 2º pH -> 3º Desinfectante (cloro, bromo, etc)

Elevar la alcalinidad


Es el caso más habitual, ya que la alcalinidad del agua corriente suele ser muy baja (en varias zonas de España es tan baja como 10 ó 20 ppm). Y también porque la corrección más habitual del regulador de pH es disminuir el pH que ha ido subiendo con el cloro, y para disminuir el pH dosificamos un ácido, que también disminuye la alcalinidad (aunque en mucha menor medida que el pH).

Para subir la alcalinidad lo mejor es utilizar bicarbonato de sodio. Has leído bien, ese mismo que puedes comprar en el supermercado, y un kilo suele costar algo menos de 2€. También puedes comprar los bidones de 5 kilos de las tiendas de piscinas que ponen «incrementador de alcalinidad», pero es el mismo compuesto: bicarbonato de sodio puro (también lo podrás ver escrito como bicarbonato sódico, hidrogenocarbonato de sodio, carbonato ácido de sodio o bicarbonato de soda, pero todo es lo mismo).

El bicarbonato de sodio es un polvo blanco, fácil de disolver en el agua, y de manipular, no es especialmente tóxico ni daña la piel si lo tocas, por lo que te será fácil dosificarlo y echarlo a la piscina. Además el bicarbonato de sodio no contribuye ni al envejecimiento ni a la toxicidad del agua (en otro articulo hablaremos de que se entiende por agua envejecida….).

También se pueden utilizar el carbonato sódico, y la sosa caústica, pero no lo recomendamos, ya que interfieren mucho más en el pH, y de lo que se trata es de intentar elevar la alcalinidad con el menor efecto posible sobre el pH (para que todo el proceso sea más sencillo).

Para que te hagas una idea, para subir 10 ppm de alcalinidad, el efecto sobre el pH en función de la sustancia utilizada es:

  • Bicarbonato sódico: el ph subiría 0,017
  • Carbonato sódico: el ph subiría 0,32
  • Sosa caústica: el ph subiría 0,6

¿Cuánto bicarbonato de sodio necesito? La regla es que necesitas 17,3 gramos de bicarbonato de sodio para elevar 10 ppm la alcalinidad por cada m3 de tu piscina.

O lo que es lo mismo:
Cantidad en gramos = (Alcalinidad Deseada – Alcalinidad Actual) x (m3 piscina) x 1,73

NOTA: Recordad que estos cálculos son estimativos y pueden variar de una piscina a otra.

Vamos a poner un ejemplo para una piscina de 50 m3, y el nivel de alcalinidad actual de 30 ppm. En este caso vamos a querer llegar a 100 ppm, por lo que necesitamos:
(100 – 30) x 50 m3 x 1,73 = 6055 gramos de bicarbonato de sodio (6 kg, para redondear).

Si quieres hacerlo más simple, pon los datos en nuestra calculadora on-line, y te dirá los químicos que necesitas.

¿Cómo debo administrarlo? Lo ideal es ir poco a poco. Hay fórmulas teóricas de la cantidad máxima de químicos que debieras echar a la piscina cada día. En este mundo ideal, la cantidad máxima de bicarbonato en una piscina de 50 m3 serían 360 gramos al día. Pero sabemos que muchas veces no es factible, porque no hay tiempo. Con el agua que tenemos en muchas partes, tardaríamos casi un mes en corregir la alcalinidad. O en un caso de eliminar algas, no podemos tardar tanto.

Por eso, intenta ir poco a poco, según tengas tiempo, ya que la química del agua agradece que los cambios sean lo más graduales posibles.

Para administrar el bicarbonato, diluir en agua, encender la filtración, y administrar a lo largo de la piscina, igual que con casi todos los químicos. Y dejar la filtración encendida unas 4-6 horas.

Se recomienda desactivar el regulador de pH mientras se hace este proceso. Al administrar bicarbonato de sodio el pH subirá, pero será momentáneo, después se estabilizará.

No hemos mencionado al pH en todo este proceso. Y es que cuando hay que incrementar la alcalinidad, nos concentraremos en establecer su nivel ideal, y después mediremos y ajustaremos el pH a continuación.

Si el pH era elevado antes de subir la alcalinidad, el bicarbonato de sodio no lo va a subir sustancialmente, se debe corregir este pH alto después de la alcalinidad.
Y si el pH era bajo, subirá un poco al subir la alcalinidad, pero mejor esperar a tener la alcalinidad en un nivel adecuado antes de ajustarlo. Además recuerda que con la alcalinidad baja, el pH no está protegido, y los niveles altos o bajos del mismo se pueden deber a esta falta de protección. Por eso hay que esperar a tener una alcalinidad entre 80 y 100 para después medir y ajustar el pH.

Reducir la alcalinidad


No suele ser habitual tener que reducir la alcalinidad. Porque el agua del suministro suele tener un nivel bajo, y porque lo normal es que el regulador de pH tenga que reducir siempre el pH (y al dosificar ácido se produce también una reducción de la alcalinidad).

Pero hay casos, como en algunas aguas subterráneas, que el suministro viene con un pH y alcalinidad elevados. O también sucede que se han agregado químicos de manera indiscrimanda al agua, produciendo desequilibrios fuertes, siendo uno de ellos una alta alcalinidad.

Para reducir la alcalinidad el método es diferente si el pH está alto o bajo:

Recudir alcalinidad con pH alto

No hay que intentar bajar el pH ya que va a ser muy muy difícil. Una alcalinidad alta tiene un alto poder de neutralizar los ácidos (es la definición de alcalinidad), y cualquier ácido que inyectemos va a afectar en muy poco al pH.

Y en estos casos, la técnica consiste en inyectar aguafuerte (también llamado ácido clorhídrico o salfumán o ácido muriático) lo más al fondo posible de la piscina (con un tubo, por ejemplo). Debemos utilizar ácido clorhídrico lo más concentrado posible, ojalá al 30%.
Cuando inyectamos el ácido, hay que apagar la depuradora, y no se enciende hasta el día siguiente.

La cantidad de ácido clorhídrico en cc y al 30% que necesitamos es:
1,55 x (m3 de piscina) x (lectura actual de alcalinidad – nivel deseado de alcalinidad)

Con nuestro ejemplo de la piscina de 50 m3, y suponiendo que partimos de una alcalinidad de 180 ppm, para llegar a una alcalinidad de 100 ppm necesitamos:
1,55 x 50 x (180 – 100) = 6200 cc = 6,2 litros de aguafuerte al 30%

No debemos intentar bajar más de 40-50 ppm de alcalinidad cada día. Si fuese necesario, partirlo en varias sesiones.

A las 24 horas medimos el nivel de alcalinidad y pH, y nos podemos encontrar con 3 escenarios:

  • Alcalinidad entre 80 y 120, y pH en rango también (aproximadamente menor a 7,5 para piscinas con cloro, y 7,8 para piscinas con bromo): en este caso estamos ok, ya hemos terminado, fue fácil.
  • Alcalinidad todavía por encima de 120, y pH mayor o igual a 7,2. Podemos repetir el procedimiento de inyectar aguafuerte, pero poniéndonos como objetivo bajar la alcalinidad de 10 en 10 ppm. Esto es porque el pH está casi en el límite, y si nos pasamos descenderá a un nivel del cual no vamos a poder subirlo después.
    De hecho, si en alguna de las sesiones el pH desciende por debajo de 7,0 no debemos seguir, y tendremos que aplicar el método expuesto más abajo de reducir alcalinidad con pH bajo.
  • Alcalinidad todavía alta, pero pH por debajo de 7,0 – 7,2: no debemos seguir, hay que aplicar la técnica de recudir alcalinidad con pH bajo.

Recudir alcalinidad con pH bajo

Cuando el pH está bajo y la alcalinidad alta es el peor escenario, ya que es cuando es más complicado recuperar el equilibrio. Si aplicamos ácido el pH bajará más, y después habrá que suministrar bases para equilibrarlo, pero harán que suba de nuevo la alcalinidad, y entramos en un bucle. Recuerda que pH y alcalinidad se modifican casi siempre en el mismo sentido, y por eso conducirlos en sentido contrario no es obvio.

Como no podemos subir el pH con incrementadores de pH (porque subirá más la alcalinidad), entonces hay que utilizar un método conocido como aireación, por el que se somete al agua a un procedimiento físico «inyectando» aire para que pierda sus gases disueltos, en concreto el dióxido de carbono ( CO2 ). Sin entrar en mucho análisis químico, decir que al disolver CO2 en el agua disminuye su pH, y si conseguimos sustraerlo del agua, lo aumentaremos.

Has leído bien, aireando bien el agua conseguimos quitarle CO2 y aumentar su pH, sin agregar ningún producto químico, es un proceso físico.

Hay varias formas de airear el agua, las que se te ocurran. Puedes orientar los impulsores para que generen un poco de torbellino, pero el efecto es pequeño. Podrías chapotear toda la noche…. Pero lo más útil es que fabriques una pequeña «fuente»: con tubo de PVC y un par de codos haces una especie de jirafa; un extremo lo conectas a un impulsor, y en el otro pones un tapón de PVC al que haces pequeños agujeros, como si fuera la alcachofa de una ducha. El codo de abajo puede ser de 45 grados para que «enchufen» el agua más directo a la piscina.

Enciendes la filtración, y si puedes tapar los otros impulsores para que sea mayor la presión, mejor. Se necesitan horas de funcionamiento, depende del tamaño de la piscina y el nivel del pH, pero vas a tener que tenerlo en funcionamiento no menos de 6-8 horas. Y verás que el pH habrá subido ligeramente.

Los codos y tubería son fáciles de conseguir, tal vez es más difícil cómo unirlo al impulsor. Si los impulsores de tu piscina son los típicos de ABS blancos con una tapa de rosca, puedes unir una tubería de 32 mm de PVC con la siguiente pieza:

Una vez que conseguimos elevar el pH hasta 7,2 volvemos a inyectar el ácido clorhídrico para bajar la alcalinidad. Cuanto más alto hayamos llevado el pH, mejor, ya que podremos corregir mayor cantidad de alcalinidad. Si podemos elevarlo a 7,6 mejor que mejor. Recuerda que no hay que hacer una corrección de la alcalinidad que haga descender el pH por debajo de 7,0 – 7,2

NOTA IMPORTANTE: Sí, sí, como acabas de descubrir, los saltos de aguas, las cascadas, etc. en las piscinas no son «inocuas«…. tienen un efecto directo sobre la elevación del pH, por lo que su uso (o abuso), puede estar contraindicado según las condiciones …